Virlli Cachón y la bicicleta como única salvación

Mi nombre es Virginia Gómez, aunque todo el mundo me llama Virlli Cachón y soy de Cádiz. Os voy a contar mi historia de cómo entré en este maravilloso proyecto Women In Bike y en el mundo del ciclismo.

Durante toda mi vida he practicado diferentes deportes. Empecé jugando al voleibol en el colegio y llegué incluso a ser árbitro, además participé en campeonatos de lanzamiento de peso en categoría cadete. Ya en la pubertad, probé el culturismo que más tarde dejé, porque desarrollé tanto la musculatura que ya no me gustaba mi cuerpo.

En ese momento, aparqué el deporte y me dediqué a trabajar y a estudiar hasta que casi 15 años después y con 40 kilos más de peso, empecé a bailar. Siempre me han gustado los bailes latinos y comencé las clases de Zumba en el 2016, con Belén, una de mis amigas de toda la vida. Estuve bailando Zumba durante tres años hasta que un día me empezó a fallar la rodilla izquierda y tuve que dejar el baile. Me rompí el menisco, de hecho, aún lo tengo roto, y me recomendaron operarme, pero con los años volvería a romperse y la única solución era que practicara ciclismo. Por aquel entonces, me costaba andar e incluso estar de pie mucho tiempo, era un suplicio y el dolor insoportable. 

Así estuve casi un año y me vino a la mente el ciclismo. Me surgieron un montón de preguntas: es aburrido estar dando pedales. ¿Adónde voy?, ¿qué hago?, ¿con quién? Nadie a mi alrededor practicaba este deporte, pero entonces aproveché que mi hermano había venido de vacaciones (él sí practicaba Enduro) y me aconsejó una bicicleta de montaña. La compré y la cogí pocas veces, me aburría sola y me cansaba ya al empezar a pedalear. Y ahí se quedó la bici durante meses sin cogerla por aburrimiento. 

Sin embargo, un día a finales del 2019, buscando por redes sociales a alguien con quien salir a rodar, encontré a Marisa Morales en Facebook, y a Women In Bike Cádiz. Me llamó por teléfono para explicarme lo que hacía ella sola. Me fascinó que una persona llevase a tantas mujeres adelante. Recuerdo que era Navidad y ella hacía una quedada Women In Bike en su campo para celebrar la Nochebuena, me apunté y fui. Fue tan excelente la acogida de todas las Cicloguerreras que me quedé con ganas de más, y la siguiente quedada fue al Berrueco, con muchas cuestas y terreno técnico. Marisa me estuvo empujando casi toda la ruta, yo no podía pedalear, no tenía fondo. Los ánimos que todas me dieron me obligaron a no tirar la toalla y llegar al final, y esa siempre será mi ruta del antes y el después en el ciclismo. 

Y desde ahí, poco a poco me fue gustando la experiencia de ayudar y de liderar un grupo. El inicio de la pandemia no me frenó, me dio más fuerzas para seguir liderando y sin pensarlo hice equipo con Marisa, aunque no voy a negar que tropecé con varias piedras en el camino, pero encontré tanta gente buena que lo malo es insignificante. 

Soy Líder desde junio del 2020, a día de hoy tengo más de 60 quedadas y estoy terminando las prácticas para tener mi título de Entrenadora Deportiva de Ciclismo Nivel 1. Doy talleres de mecánica, ayudo a que mujeres empiecen desde cero a montar en bici. Siento estar abriendo puertas para las que vienen detrás, y eso me emociona muchísimo. En un futuro no muy lejano, tenemos en mente abrir nuestra primera escuela femenina ciclista junto a Marisa y el resto de líderes de Women In Bike Cádiz. ¡Ya somos cinco!

El ciclismo me ha dado la vida, muchas personas increíbles a mi alrededor, forma física y sobre todo libertad para vivir y descubrir sitios a los que nunca pensé que llegaría en bici, porque andar me cuesta aún.

A tod@s l@s que me leéis jamás dejéis que nadie os diga que no podéis hacer algo siempre hay un camino por el que llegar a vuestros sueños. ¡Vamos!

Autora: Virlli Cachón